miércoles, 1 de junio de 2011

!Peligro! Piratas en las costas



Las invasiones piráticas de la segunda mitad del siglo XVI , es decir las primeras incursiones en el Pacífico, Drake en 1579; Cavendish en 1587; John Hawkins en 1593; y Oliver Van Noor fueron básicamente incursiones de rapiña, con objetivos de corto plazo, apoderarse de tesoros en su camino a conseguir su verdadero objetivo que era atrapar el galeón de Manila, en este contexto las costas e islas del Mar del Sur, significaban lugares de abrigo temporal y abastecimiento, mientras podían apoderarse de los galeones cargados de tesoro que navegaban entre Arica y Panamá. Pero todo esto era temporal pues el objetivo central estaba en la ruta Acapulco-Manila.
En tanto que las incursiones de la primera mitad del siglo XVII, básicamente de holandeses significaron una verdadera amenaza para las posesiones territoriales metropolitanas en el Pacífico. Se trataba de expediciones representante del proceso de expansión europea, pero la imposibilidad de establecer bases territoriales en las costas occidentales americanas echaron a perder el proyecto a largo plazo de los holandeses. Realmente fue la incapacidad de los holandeses de conseguir un enclave territorial en algún punto del virreinato, pues las costas eran extremadamente vulnerables.

La trágica historia de La Capitana y el tesoro maldito



El 18 de octubre de 1654 el Escuadrón de la Real Armada del Mar del Sur partió desde el Puerto de Callao, con destino a Panamá, llevando una importante carga del tesoro anual más el metálico de los comerciantes peruleros. La Armada estaba compuesta por la Capitana, Jesús María de la Limpia Concepción, de cerca de 1150 toneladas, ciertamente el galeón más grande que hasta entonces había surcado el Mar del Sur, galeón que había sido construido en los astilleros de Guayaquil, casi 12 años antes, entre 1640 y 1644. La Capitana, como era acostumbrado iba acompañada de una almiranta, en este caso fue el navío San Francisco Solano, un ex barco mercante, de 400 toneladas, estas dos naves iban acompañadas de un chinchorro cuya función era navegar delante para prevenir sobre seguridad y condiciones de navegación. Como era acostumbrado, previamente un chinchorro había zarpado previamente para dar aviso al Presidente de Panamá sobre el arribo de la flota oficial...